sábado, 29 de enero de 2011

La Eterna Lucha entre el Bien y el Mal

O lo que es lo mismo, entre lo bien que juega el Barcelona de Guardiola y lo mal que juega el Madrid de Mourinho. Bueno, vale, quizás me he pasado. Reconozco que el Madrid de Mourinho no juega tan mal. De hecho, creo que juega bien, pero es que en la comparativa con los azulgranas, se quedan a la altura de los tacos de aluminio de Iniesta.



Empecemos. Soy del Madrid. Desde siempre. Pero antes que madridista me considero futbolista, y un futbolista debe amar el buen futbol. Y debe ensalzarlo. Y debe aplaudirlo. Hoy día, ese buen futbol lo vemos sobre todo en el Barcelona, y desde hace varios años. Con Guardiola ha sido la explosión, pero el Barcelona de Rikjaard también jugaba muy lindo. Era una gozada ver a Xavi buscando los huecos imposibles para surtir a Ronaldinho o a Eto´o de balones impagables e imparables. Cierto es que los principios de Rikjaard fueron titubeantes, estando incluso al borde de la destitución cuando llevaba 3 meses en el cargo, pero se comió el turrón aquellas navidades, y el equipo empezó a funcionar. Guardiola ha pulido hasta el infinito los defectos de aquel equipo (cierto egoísmo en algunos jugadores, poco trabajo defensivo en la primera línea, moderada falta de ambición y dificultad para sacar el balón de la defensa).



Hoy día el balón sale de atrás con una solvencia ejemplar. La experiencia de Puyol es fundamental, porque aporta una salida más de balón y una cobertura perfecta en caso de pérdida. Está siempre en su sitio. Piqué es el ejemplo de defensa total y por algo lo comparan con Beckenbauer. Si quiere puede jugar de delantero porque tiene futbol en sus botas para hacerlo, pero no es ése su sitio. Su sitio está atrás, aprendiendo (si le queda algo que aprender) de Puyol y moviendo con eficacia y buen criterio los balones que de su portería amanecen. Defensivamente, debido a su altura, puede resultar lento, pero es tan inteligente que siempre está bien colocado. O tal vez no sea tan inteligente, pero lo han enseñado muy bien, eso sí. Esta defensa se complementa con dos laterales con ciertas similitudes (gran calidad, rápidos y con tendencias ofensivas). Dani Alves y Abidal. El brasileño es actualmente el mejor lateral derecho del mundo (con permiso del interista Maicon y de una debilidad mía, Glenn Jonhson, del Liverpool). Muy correcto en defensa, siempre concentrado, curiosamente no suele perder tanto su sitio pese a que se suma constantemente al ataque, y cuando lo pierde, su velocidad le ayuda a recuperarlo. En ataque, un monstruo. Se entiende a la perfección con los centrocampistas y delanteros barcelonistas y cuando llega, es capaz de definir con sencillez y contundencia. Por si fuera poco, ha aprendido a centrar, a buscar al compañero mejor situado y, muy importante, a recular cuando no hay más opción. Un portento este tipo. El francés Abidal, más fuerte, más defensa que atacante, poco a poco se va soltando (le ha costado al chaval, vaya que sí) y vemos que sus aportaciones en la ofensiva son cada vez más y mejores. Ha terminado por hacerse con el puesto con disputaba con Maxwell. Eso sí, que no se duerma en los laureles, porque Guardiola le ha echado el ojo a Gareht Bale, del Totenham, y este chavalín sí que es el equivalente británico a Roberto Carlos. ¿Por qué demonios el Barcelona sí se fija en este tipo de jugadores y el Madrid ni los tiene en cuenta? ¿No es evidente que se trata de un jugadorazo?



Antes de seguir con la línea de mediocampistas, citemos al sobrio y efectivo Víctor Valdés. Un portero que se va haciendo más grande con el tiempo. El Barcelona se ha ahorrado patearse el mundo buscando un guardameta de garantías porque lo tenía en la Masía. Quizás no sea el mejor del mundo (no todos pueden ser Iker Casillas ni Sepp Maier), pero de sobra es el portero que necesita el Barcelona y que le durará muchos años.







Pasamos al medio campo y allí nos encontramos con la fusión de lo mejor del futbol español (y mundial, ya puestos). Xavi, Iniesta y Busquets. Yo no voy a decir nada que no se sepa. Individualmente son los mejores jugadores en sus puestos de todo el mundo, hoy día. Si además los tienes en el mismo equipo, no hay conjunto que se te resista. Toque, toque, toque y más toque. Los de adelante que se muevan, que no paren, que ya encontraremos el hueco para darles el balón. Busquets siempre más pendiente de vigilar las salidas del equipo contrario, atento a hacer coberturas a los laterales cuando es necesario, mirando las posibles subidas de sus centrales para ocupar su puesto y con una clarividencia suprema a la hora de cortar ataques y recuperar balones. Pero trae un extra de serie, y es que tiene tal técnica, tal inteligencia futbolística, que podría ponerse en el puesto de Xavi o Iniesta y hacerlo bien creando juego. De hecho, si el equipo se atasca porque los dos creadores estén acosados, no hay problema, ahí está Busquets o Piqué para subir ellos mismos el balón. Busquets es un centrocampista aparentemente defensivo, pero oculta una vena creadora que Guardiola ha sabido aprovechar como nadie. Iniesta siempre moviéndose entre líneas, pero con sentido, con lógica, buscando el hueco adecuado para pararse y devolver la pared, o para driblar y quedarse ante el portero, o para entrar por banda a dejar una asistencia de gol. El balón es su amigo, y se quieren. Iniesta le dice lo que tiene que hacer y como buen amigo, el balón lo hace. Nunca le decepciona. Nunca le falla. Xavi es el nuevo Laudrup, elevado a unas pocas potencias. Domina el tempo del partido. Lo controla todo. Derecha, izquierda, delante, detrás, su portería, la del contrario y hasta el banquillo si fuera necesario. Todo lo que sea propenso a recibir un balón es controlado por Xavi. Se rumorea que los barrenderos del Nou Camp le tienen pánico porque hasta las papeleras las tiene vigiladas. Xavi es, simplemente, perfecto. Su trabajo es mover al equipo para que lleguen oportunidades de gol y, simplemente, lo hace. Sin florituras, sin aspavientos, con sencillez, con eficacia. Como solo los grandes jugadores saben hacerlo. El futbol mundial lo echará de menos cuando se vaya. Ojalá deje un buen heredero y lo tenga atado en corto para pasarle su sabiduría.

Estos tres centrocampistas, por si fuera poco, son los más implicados a la hora de montar esa primera barrera defensiva y agobiante, que funde al contrario justo cuando empieza a tocar el balón, robando con rapidez y volviendo a montar un ataque temible en cuestión de segundos. Y sin hacer muchas faltas, oigan. ¡Por San Pep Ventura, deberían apodarles la Sardana Mecánica!



Con tal despliegue de clarividencia futbolística, puede parecer sencillo el trabajo de los delanteros, pero no, ni mucho menos. Si fuera sencillo ahí jugaría cualquiera y algunos no han podido mantener el sitio (sí, hablo de Eto´o o Ibrahimovic). El trabajo de estos delanteros es moverse, moverse, moverse, hasta que les llega el balón, cerquita de portería, para dar una asistencia o meter el ansiado gol. Y así una jugada tras otra, un minuto tras otro, hasta que acaba el partido. La falta de ambición que antes comentaba en el equipo que montó Rikjaard, ahora no existe. Guardiola les ha inculcado que el futbol es un juego divertido, muy divertido, pero más divertido es cuantos más goles se meten. Y a eso juega el Barcelona, a meter goles sin parar. Les da igual que enfrente esté el Almería, el Shaktar Donetsk, el Valencia, el Jaén, el Real Madrid, el Chelsea o el Real Ermita Nueva C.F (por meter equipos de todas las categorías, incluyendo el flamante campeón de varias ligas locales de fútbol-sala de Alcalá la Real, je, je). El Barcelona juega a divertirse, y qué mejor diversión que golear. Con respeto a los rivales, sin desprecios, sí, todo lo que quieras, pero os vais a llevar un saco. Así sale el Barcelona. Defensivamente hablando, ésta sí que es la primera línea de defensa y no SHIELD (guiño frikicomiquero para el que no lo entienda), ya que cuando el balón se pierde en jugada, se unen a los centrocampistas y asfixian al rival hasta que recuperan el esférico, para volver a salir al ataque. Aquí no hay egoísmo, como pasaba con Rikjaard, aquí todos los jugadores juegan en equipo y se expresan con movimientos altruistas, para el bien del conjunto. Por eso, Ibrahimovic aquí no tuvo su sitio. Será un crack, que lo es, pero además, tienes que demostrarlo ayudando al conjunto. Por eso, un jugador de tanta clase como el sueco, supuso una decepción para mí. No ser capaz de integrarse en un equipo de este nivel, cuando tú ya eres un grande de este deporte, te muestra que quizás no seas tan grande. But I digress…

Volvamos a los atacantes barcelonistas. Pedro, Pedrito, Don Pedro, es fruto de una cantera que Guardiola conoce de sobra. Necesitaba un jugador con gol, con desborde, y que supiera entender lo que él pedía, y qué mejor que buscarlo en la Masía entre los jugadores que el año anterior él mismo enseñó. Se fue Henry, buen viaje, hola Pedro, Pedrito, Don Pedro. Pedro es el gran jugador que es porque lo ha formado Guardiola en estos últimos años, lo ha modelado. La materia prima que había era excelente, la arcilla natural era digna de caer en las manos de Donatello, pero los siglos han hecho que cayera en manos de Pep, y éste ha sido quien ha creado al atacante que le faltaba.

Villa es el sustituto goleador que Pep buscaba cuando vio que Ibrahimovic no era lo que pensaba. Un jugador bien conocido, con mucha experiencia en la Liga Española, goleador contrastado, tanto en sus clubes como en la selección y que sí va a entender lo que Guardiola quiere de él. No quiere solo al goleador, quiere a otro jugador implicado en su concepto de fútbol, a un jugador que no le importe (altruismo) caer a banda más de lo necesario para abrir las defensas y dejar paso a Pedro, Iniesta o Messi. A un jugador que no le importe (¿he dicho ya altruismo?) defender con uñas y dientes la primera salida del balón del contrario. A un jugador que no le importe (Venga, todos juntos, ALTRUISMO) perder el pichichi para regalar una y otra asistencia a sus compañeros. Un jugador de club, de equipo. Un jugador como la copa de un pino. Sus movimientos, en consonancia siempre con los del resto de delanteros, son fabulosos. Suele caer más a banda izquierda de su ataque, y por eso, si el balón entra por esa zona, no se complica y busca las dos opciones más favorables: pegarse a la línea de banda para driblar y centrar (o golear), o mantenerse de espaldas a la portería buscando un buen sitio para recibir y hacer pared con los que vienen de frente (Iniesta, Xavi, Abidal, Messi). Pero es que cuando juega el balón por el lado derecho del ataque, sus movimientos son otros. Rápidamente, automáticamente, se va a buscar el desmarque por detrás de la defensa, pillándole las espaldas al contrario. Con este sencillo movimiento busca dos consecuencias efectivas. La primera es un pase entre líneas de Xavi, Iniesta, incluso Messi, ya sea por encima de las cabezas aturulladas de los defensores, o por los huecos que solo el apellidado Hernández puede encontrar, quedándose solo ante el portero. La segunda consecuencia es que el defensa esté avispado, lo siga y… ¡voilá! Abre el centro de su zaga dejando huecos al matador Messi, a Iniesta o a Pedro, Pedrito, Don Pedro. Sea como sea, es jugada de peligro asegurada. Lo gracioso es que estos movimientos de Villa los podemos ver también en los otros delanteros culés, pero a banda cambiada, con lo cual las opciones siempre son elevadísimas para lograr la jugada de peligro citada.

Me queda Messi. Para mí, hoy día, y desde hace ya 3 años, es el mejor del mundo. Y francamente, está en la senda de ser de los mejores de la historia. Di Stefano, Pelé, Cruyff, Maradona… y luego Messi. El Balón de Oro que ha recibido este año es bien merecido. Es el mejor del mundo y por eso es justo que se lo den, aunque me duela admitir que falló en el Mundial de Sudáfrica y que Xavi o Iniesta se lo merezcan igualmente por ser los artífices de la victoria española. Me hubiera gustado que cualquier de esos dos se lo llevara, para qué negarlo, soy español y los sentimientos afloran en estos casos, pero la cabeza me dice que Messi es el mejor y digno merecedor del Balón de Oro. De hecho, se lo dieron justamente el año pasado, y lo perdió injustamente a manos (más bien pies) de Cristiano Ronaldo en el 2008 (que a su vez, lo perdió injustamente en el 2007, para alegría de Kaká). El caso es que Messi es un jugador que desequilibra él solo a todo el equipo contrario. Su inteligencia para moverse y buscar el mejor sitio, su viveza para salir de jugadas imposibles, su maestría para llevar el balón atado al pie, su toque elegante, justo, esa caricia que le da al balón cada vez que lo toca, su capacidad para ver donde están los defensas y el portero sin necesidad de mirar, su capacidad goleadora, su ambición desenfrenada, su habilidad para sacar a ese niño pequeño que se divierte jugando al fútbol como si fuera la primera vez, su pequeño cuerpo y su bajo centro de gravedad que le permiten pasar con el balón controlado por donde otros no son capaces, y, con esa juventud, que ya sea todo un veterano, todo ese conjunto de características hacen de él un jugador de otro universo. Unido a sus compañeros, es demoledor. Los defensas no saben cómo jugarle. Si le entran al pie, les dribla. Si le dan distancia, juega la pared. Si le dan más distancia, dispara con fuerza y colocación. Si le das la espalda, te gana los metros que necesita para el desmarque final. Si lo coges de frente, o lo tiras al suelo o se te va. ¡Por Odín! ¿cómo se para a este tío?. Yo no lo sé (no vale una escopeta de perdigones ni spray anti-pulgas), y dudo que algún entrenador hoy día lo sepa. ¡Ay, no! Ya lo sé. Ya sé cómo pararle. Haciéndole jugar en la selección argentina de Maradona, donde no está rodeado de sus compañeros azulgranas.



Este es el equipo base del Barcelona. Luego tiene un banquillo aceptable, mezcla de buenos fichajes polivalentes (Keita, Mascherano, Milito, Adriano, Maxwell) y de una cantera que tiene sus oportunidades (Bojan, Jeffren). No necesita mucho más. Desde mi punto de vista, quizás Bojan no esté llegando al nivel que de él se supone. Está siendo la pequeña tara de este engranaje y me da la impresión de que el año que viene va a ser carne de equipo modesto, para que se foguee de verdad y se vea si ciertamente tiene el nivel para estar en la máquina azulgrana.



¿Y hay quién se atreve a comparar el actual Madrid de Mourinho con éstos? Vale. Pero siempre van a salir perdiendo. Bueno, siempre siempre no. En la portería está Iker, el mejor del mundo, que salva partidos regularmente. Más partidos de los que estamos dispuestos a sufrir. San Iker está en lo más alto, aunando experiencia (larga experiencia) con juventud. Tesón, trabajo, colocación, esfuerzo, inteligencia, habilidad, agilidad y Sara Carbonero son su tarjeta de presentación. Aquí, la comparativa sale a favor del Madrid. Pero ¿Y en el resto?



Sergio Ramos era un gran proyecto de futuro pero se ha estancado. Ha perdido el vigor de la adolescencia (cuando dio el salto del Sevilla). Vale que entonces era un cabeza loca que dejaba coja la defensa cada vez que subía. Vale que ahora está mas centrado en su posición defensiva (ya sea de central o de lateral derecho) y eso redunda en una mejoría para el equipo. Vale. Pero echo de menos esa imprevisibilidad y esa explosión alocada de aquel jovenzuelo que pensaba más en meter goles que en no recibirlos.



Pepe y Carvalho son dos muy buenos defensas. Buenísimos. El primero por su rapidez y colocación, el segundo también por su posicionamiento además de su experiencia. Pero ninguno de ellos sabe sacar el balón con la precisión de los centrales azulgranas.



Marcelo por fin está destacando. Se ha centrado en defensa, pero al mismo tiempo está sumando puntos extra en ataque. Se entiende muy bien con Cristiano Ronaldo y es un constante peligro por la banda. Quizás no tan sobrio como Abidal, pero sí muy efectivo y desequilibrante.



Xabi Alonso es nuestro temporizador. Cauto, bien colocado, atento, pendiente de los movimientos de su equipo, con un desplazamiento en largo de balón que es envidiable, pero no tiene la pausa y habilidad de Xavi para encontrar los huecos para ese último pase. Tal vez no sea su cometido, ya que Alonso además ejerce de Busquets, con sabias coberturas y ayudas en defensa, lo que nos muestra a un jugador todoterreno, un dos por uno, pero se echa en falta que uno de los jugadores de más talento de la plantilla no esté más cerca del área rival.



Khedira/Lass son los perros de presa. Mourinho aún no ha sabido quitarse ese sambenito de los entrenadores de los últimos años que no saben jugar sin centrocampistas defensivo y los usa exclusivamente para destrozar el ataque contrario. Ambos son buenos en su función, pero para mi gusto, la solución de Guardiola con un destructor de juego que sabe crear (Sergio Busquets) es mucho más eficaz y elegante.



DiMaría ha sido la agradable, agradabilísima sorpresa. Lo había visto bien poco en el Benfica y lo poco que había visto no me había llamado la atención. Pero aquí reconozco que han acertado. El chico traza diagonales, dribla, pelea, dispara, centra y briega como el que más. Y lo mejor es que no suele errar en sus decisiones. Es un sacacorchos tremendo. Si el equipo está anquilosado, él lo puede hacer funcionar con un par de acciones. Una delicia que ha entendido como nadie la idea de fútbol de Mourinho, en cuanto a sacrificio y trabajo se refiere.



Özil es nuestro Xavi. Bueno, más bien, nuestro proyecto de Xavi. Tiene un don especial para leer las jugadas, pero aún no sabe leer los partidos (eso sí, parece que Mourinho le está enseñando bien, que últimamente lo veo avanzar en ese sentido). Este pequeño turco-alemán también sabe de sacrificio, pero lo que es mejor, en su puesto cerca del área, sabe de altruismo (yujuuu… también en el Madrid). Su elegancia hace contraste con su eficacia, tanto anotadora como en asistencias. Sabe hacer paredes, jugar al toque, mover el balón rápido, tiene buen golpeo de balón, entiende cuando puede hacer el desmarque, también cuando debe buscar el hueco… jo, casi diría que está hecho para jugar en el Barcelona. Tengo muchas esperanzas en este jugador y creo que es clave para un Real Madrid que juegue bien, que sea eficaz y que sea bonito de ver.



Higuaín cada vez se parece más a los típicos delanteros argentinos, como Batistuta, Crespo o Valdano. Tiene la habilidad necesaria para crearse sus propias jugadas, la potencia justa para desbordar en carrera, la sapiencia requerida para encontrar el desmarque ideal y la ambición solicitada para seguir buscando un gol después de haber metido otro. Una lástima su lesión porque es fundamental para este Madrid, ya que su sustituto, Benzamalo… digo… Benzema, es apático y no tiene interés en aprender a jugar al fútbol. Ni Mourinho parece capaz de sacar lo poco bueno que tiene, que es su talento natural para jugar con el balón, para desbordar, para hacer la carrera y la diagonal, pero nada más. Su aportación, para lo que se esperaba de él, está siendo muy pobre. A ver si Adebayor, en su faceta de tanque potente y hábil, nos hace olvidar la lesión del “Pipita” y dejan de lado de una vez al francés con complejo “Anelkoso”.



Dejo para el final a la Bestia. Cristiano Ronaldo es el segundo mejor jugador del mundo, que hace 4 años era el primero. La irrupción de Messi ha sido nefasta para él, porque el chaval es todo un dechado de exquisitas habilidades. A su portentoso y extremadamente cuidado físico, muy por encima en potencia y fuerza del que posee Messi, se le une también su fantástica habilidad con el balón y su dedicación absoluta a su objetivo: ser el mejor. Pero se le olvida muchas veces que para ser el mejor tienes que contar con tu equipo. Tú solo no puedes hacer nada. Muchas veces, tras acabar la jugada, vemos cómo se queda vencido, protestando o lamentándose, en vez de levantarse y volver a introducirse en el juego. Eso no me gusta de él. Muestra un egoísmo que para nada me agrada. No es solo la prepotencia y altanería que muestra en los partidos, a veces rozando el desprecio por compañeros o rivales, sino que también hace perder efectividad en el juego generado por su equipo, ya que en esquemas tan armados como los que hace Mou, un eslabón que se suelta aunque sea brevemente, termina por hacer fallar la maquinaria. No entiendo porque le han marcado en el Madrid como ese jugador intocable al que no se le puede criticar nada desde dentro del equipo. No importa que él se desgaje de vez en cuando de la marcha de partido, nadie le va a llamar la atención. Tiene inmunidad absoluta y puede hacer lo que quiera. No entiendo, repito, como el mismísimo Mourinho lo permite. O más bien sí, creo que la única manera de tenerlo contento, a gusto, es precisamente dejándole hacer todo lo que quiera. Si no, se enfada y la hemos liado. Es un grandísimo jugador, sí, pero no tiene pinta de ser un gran compañero y eso terminará afectando la marcha del conjunto.



En el banquillo un poco de todo, desde los imprevisibles Pedro León o Canales, hasta los otros perros de presa, Diarra (parece que ya en el Mónaco) o Gago, pasando por algo de buena cantera recuperada (Granero) y de más cantera que solo está para hacer bulto porque Mou, aplaudo su sinceridad, no confía en ellos. Ahí está el ejemplo de Morata.

Los que sí merecen la pena son los siempre fiables Albiol y Arbeloa, que cumplen como el que más cada vez que salen y si no tienen un hueco en el equipo es porque no tienen el nombre necesario.



Pero tras este colosal desglose de las excelencias barcelonistas y madridistas, ¿dónde se encuentra el punto de ruptura que hace que el Barcelona sea infinitamente mejor?. En el concepto básico, esencial, de lo que debe ser el fútbol. Un juego de toque, de búsqueda de espacios, de ataque, de mirar siempre a la portería y, sobre todo, de hacerlo fácil.

Lo fácil es correr un poquito para que el compañero tenga mejor línea de pase. El Barcelona lo hace, el Madrid no.

Lo fácil es ser altruista jugando el balón al que verdaderamente está mejor posicionado. El Barcelona lo hace, el Madrid no.

Lo fácil es tener claro que el equipo que más gana, es el que mete más goles, no el que menos recibe. El Barcelona lo sabe, el Madrid no.

Lo fácil es entender que un equipo lo forman 11 jugadores. En el Barcelona lo entienden, en el Madrid no.



Y ya que has llegado hasta aquí leyendo, también te diré: lo fácil es darle al botón de salir del blog. Yo lo entiendo. ¿Y tú? Espero que no. Quédate y comenta algo al respecto, que para algo me he pegado la “pechá” de escribir ¿no?



Vale, el próximo post irá de cómics, lo prometo.



P.D: ¿Se me ven los dedos cruzados? ¿no, verdad?


8 comentarios:

David G. dijo...

Reconozco que no soy mucho de fútbol. Pero que gane el mejor. :)

Angel Guerrero dijo...

Ey, abuelo, la siguiente entrada si todo va bien, será comiquera. Eso sí, no pongo fecha.

David G. dijo...

No te preocupes, Ángel, cuando la escribas, bien recibida, leída y comentada será. :)

Un abrazo!

Dark Schneider dijo...

Ángel, el Barça lleva jugando "bien", o al menos intentándolo desde hace mucho tiempo, independientemente de si gana títulos o no, en cambio el Madrid, de Schuster, de Juande, de Pellegrini y de Mou juega que aburre a las ovejas, eso sí, casi siempre gana.

Y sobre Eto'o, no estoy de acuerdo, la adaptación al equipo de Samuel fue mucho mejor que la de Zatlan, Ibra era un tronco enorme(sus casi dos metros eran muchas veces un handicap, aunque cuando marcaba era divertido verle abrazarse a Messi, Xavi e Iniesta, parecía que estuviera viendo el Señor de los Anillos but I digress) que no se movía, aquí muchas veces esa desidía hizo que se le comparara con el peor Kluivert, en cambio Eto'o era siempre elprimer defensa en presionar al contrario, para muchos queda en el recuerdo ese balón que le quitó a Roberto Carlos y que dejó con cara de tonto a Casillas, su marcha se debe a motivos que aunque no hayan sido aclarados son más extradeportivos, ya que su rendimiento en el campo es indiscutible

Angel Guerrero dijo...

Pep, estoy de acuerdo en lo de Eto´o. Los motivos de su no-adaptación son más extradeportivos que deportivos... pero eso también cuenta como parte del engranaje de cualquier conjunto que se precie. No sé si será verdad, pero siempre se ha dicho que lo de Eto´o fue cuestión de envidias y egoísmos, y por tanto, con esa actitud extradeportiva tampoco tiene sitio en ese equipo.
Y sí, el Barça lleva mucho tiempo jugando bien. De hecho, si te fijas, a ello aludo cuando hablo de la primera temporada de Rikjaard, donde explotó por fin el mejor Xavi. Ya entonces me parecía el mejor centrocampista del mundo. Una lástima que no se le haya reconocido hasta fechas recientes.

Juan Antonio del Pino dijo...

Me alegro poder compartir en gran medida tus conclusiones. El fútbol, al final, es un juego de equipo, y ganan los equipos, no las figuras. Se puede hacer un juego bonito y efectivo con figuras, sí, pero siempre y cuando el individualismo sirva al grupo.
Yo, como tú, me considero merengue, aunque sea por tradición familiar. Pero, que quieres que te diga, veo al Barça jugando y disfruto enormemente.
Saludos

Juan Antonio del Pino dijo...

Por cierto, interesante blog.

Angel Guerrero dijo...

Ey, un malagueño por estos lares. Bienvenido, J.A.
El blog puede llegar a ser interesante, si es que termino por habituarme a escribir más a menudo en él. Mientras tanto, déjalo en "intere". Se tiene que ganar el "sante".
Un abrazote.