domingo, 25 de noviembre de 2012

Patrulla-X: Durmiendo con suS enemigoS


Aviso: Tiene SPOILERS

Hace unos días me encontré con un amigo al que hacía tiempo que no veía. Él era un habitual del mundillo del cómic, pero se aburrió y lo dejó. Como yo, era otro cautivado por el Universo Marvel en particular, y por el género superheroico en general. Como era de esperar, su interés por las historias no había decaído, pero ya no tenía tiempo para comprar, coleccionar y leer, así que empezó a machacarme con preguntas sobre la actualidad de Marvel, y empezó por los mutantes.

-          ¿Qué personajes componen hoy día la Patrulla-X?

Yo contesté:

-          Pues los de siempre, con pocas variaciones. Por ahí siguen estando Cíclope, Lobezno, Tormenta, Kitty, Coloso, Pícara, el Hombre de Hielo…

-          ¿Siguen siendo dos colecciones de la Patrulla-X y luego alguna más de otros grupos?

-          Pues no solo dos. Actualmente cuentan con 5 colecciones de grupo (Uncanny, X-Men, Legado y Astonishing y Lobezno & La Patrulla-X), pero además hay varias dedicadas a los otros grupos. Una de Factor-X, otra de X-Force, otra de Nuevos Mutantes, Generación Hope…

-          ¡Qué barbaridad! Sí que están exagerando el asunto ¿no?

-          Ni te imaginas

-          ¿Y de los villanos? ¿Siguen saliendo los mismos de siempre o aquí ya han cambiado algo?

-          ¿Los villanos? Pues… ahora que lo pienso, casi no sé con quién se están enfrentando a estas alturas. Los Centinelas siguen dando la tabarra, Mr. Siniestro también, parece que vuelve la Fuerza Fénix, aunque no sé si como amiga o enemiga…

-          ¿Qué pasa, que aún siguen uniéndose enemigos a la Patrulla-X? Recuerdo que La Reina Blanca, Emma Frost, estaba liada con Cíclope…

-          Liados y enamorados hasta las trancas…

-          Y también recuerdo que Juggernaut era parte del grupo…

-          Sí, pero ahora anda por otro sitio, con los Thunderbolts… aunque para sustituirlo, digamos que tenemos otro Juggernaut en el grupo, pero con una identidad muy conocida: Peter, Coloso.

-          Pues no deberían abusar del recurso de meter a los villanos en el grupo. Llegaría a ser muy cansino…

-          ¡Jo, jo, jo…! Ni te imaginas hasta qué punto se les ha ido el asunto de las manos…

-          ¿Por qué lo dices? ¿Hay más villanos en el grupo?

-          Bueno, con decirte que Magneto ha vuelto al grupo para quedarse como perrito fiel de Cíclope.
 
 

-          ¡Pues vaya…! Pero bueno, Magni al fin y al cabo ya había probado con el lado de los ángeles. Tampoco es tan descabellado. Más raro sería tener a otros villanos como, qué-sé-yo, el Frente de Liberación Mutante…

-          Pues están, están… por ahí andan, por Utopía, refugiados en esta isla que se ha convertido en la nación de los mutantes.

-          ¡No me jodas! Pero bueno, esos son unos mindundis. Otros como Apocalipsis no pasarán nunca al lado de los buenos

-          Ejem, ejem… Ahora es uno de los alumnos de la Escuela Jean Grey que dirige Lobezno

-          ¡¿Qué?! ¡¡Vaya idiotez!! Pero bueno, sería cuestión de leer la historia para saber cómo han llegado hasta ahí… pero a priori suena horrible.

-          Pues hay más…

-          ¿Más? ¿La Mole, Pyros, el Sapo?

-          Bueno, éste último es el conserje de la Escuela…

-          Jo, pero no creo que hayan metido también en ella a los bichos del Nido…

-          Pues ahora que lo dices, sí.

-          Ja, ja, ja… ¡te estás quedando conmigo!

-          ¡Qué no, que es cierto, que hay un bicho del Nido, al que llaman precisamente Nydo, con “y griega”, y es otro de los alumnos de Lobi.

-          Ja, ja, ja… ¿Y quién está de alumno más? ¿Sebastian Shaw?

-          Pues si me lo hubieras preguntado hace unos días, te hubiera dicho que ése sigue siendo un villano duro y amenazador, pero… Ahora mismo es parte del grupo de Hope.

-          ¡Vamos, hombre, ahora sí que te estás quedando conmigo! ¿Y lo siguiente qué es? ¿Krakoa?

-          (silencio y mirada de asentimiento)

-          No, eso NO puede ser.

-          Pues lo es. El terreno donde se asienta la Escuela Jean Grey es una parte de Krakoa que ahora sirve a los intereses de los mutantes.

-          ¡¡¡¡¡Arghhhhh!!!! No sigas contando más, no sigas… ¡Están todos! ¡Magneto, un Juggernaut, Emma, Sebastian Shaw, Apocalipsis, el Sapo, el Nido, Krakoa…!  Anda, deja de hablarme de mutantes y háblame de los Vengadores o de los 4 Fantásticos, porque aquí sí que estoy seguro de que Loki no será el querido hermano de Thor y que Doc Muerte no es parte del cuarteto…

-          Upsss….
 

 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Un Madrid que sigue sin gustarme.


Vale, lo acepto. Es imposible no aceptarlo. El Real Madrid de Mourinho es una apisonadora y así quedó patente al ganar la liga pasada batiendo el record de goles y el de puntos. Un hito así solo se puede lograr siendo una auténtica máquina de hacer futbol. Pero yo me pregunto: ¿Con otro entrenador y los mismos jugadores no hubiera sido incluso mejor?

 

Y es que tras ver los dos partidos que ha jugado el Madrid contra el Borussia de Dormund, no dejo de pensar que Mourinho comete errores garrafales al plantear los partidos. Este Madrid, con estos jugadores, no juega como debiera. Comprendo que en el futbol total de hoy día, es indispensable que todos los jugadores defiendan, pero de ahí a tenerlos atados a un sistema que prioriza la defensa al ataque hay un gran paso. Me duele horrores ver que un jugador de tanta calidad como Modric se deshace trabajando de mediocentro, intentando robar balones y aportando su juego de toque en contadísimas ocasiones (y esto es cosa de Mourinho, que en el Tottemham y en su selección no juega así). Me escuecen los ojos cuando veo que Özil se desfonda para defender y luego no tiene fuerzas para atacar. Se me salta la hiel cuando compruebo que Xabi Alonso da más pases largos por jugar al lado de la defensa que pases en corto daba cuando jugaba en Liverpool. Y aunque aplaudo los carrerones que se pega Di María para detener el contraataque de un contrario, luego lloro por comprobar que en la vuelta al ataque no es capaz de dar todo lo que tiene dentro, que ya hemos visto que es mucho. Y todo esto considero que es un error de Mourinho. Debería buscar la manera para que estos jugadores de talento tengan más libertad creativa. Vale que tienen que defender, que se tienen que implicar en ahogar a los jugadores que tienen más cercano, pero no debería ser una prioridad. Para ello tiene los centrales, y para ello debería aprender del Barça o del Borussia, que se bastan con un medio centro (Busquet o Kehl, respectivamente) para interrumpir la creación del juego del rival. Muchos me podríais responder que el Barcelona de Guardiola o de Tito tiene a sus delanteros y centrocampistas, a todos, defendiendo. Vale. No lo niego. Pero la diferencia es que es una defensa distinta, mucho más dinámica y, sobre todo, inmediata. Es decir, los jugadores de Mou se plantan con la intención de defender, pero cuando atacan y pierden un balón, tardan más de la cuenta en la transición de ataque a defensa. Los de Guardiola (o los de Klopp, o los de Tito) se plantan para atacar como configuración predeterminada, y si pierden el balón pasan inmediatamente a defender… pero en el mismo sitio donde han perdido el balón. Agobian al jugador que acaba de recuperar y le hacen cometer fallos que luego aprovechan volviendo con una rapidísima transición a sus funciones de ataque. Creo que esto es fundamental para entender que equipos como el Barcelona o el Borussia necesiten solo un medio centro defensivo (los citados Busquet o Kehl) y el Madrid necesite dos (Xabi y Khedira/Modric/Essien).

Por cierto, puedo entender que Cristiano sea la estrella y el jugador más determinante del equipo, pero eso no debería privarle de sus obligaciones defensivas, que si bien no debieran ser tan estrictas, tampoco es cuestión de que se quede apático cuando llega la hora de las labores más sucias, que el chico es el único que puede decidir cuándo defender y cuándo no… y así vuelve loco a sus laterales.

 

Con esta reflexión se comprende el pésimo partido que hicieron en la primera parte de ayer, donde el Borussia los bailó como quiso, pese a dar la impresión de que el Madrid era el que dominaba. Menos mal que en la segunda parte tuvieron la suerte de acertar con muchas jugadas de balones largos y así los fueron poniendo en un aprieto, hasta la jugada del afortunado golazo de Özil (afortunado porque el portero creyó que iba fuera y no se esforzó por llegar a un balón que fue magistralmente lanzado a la base del poste corto). Pese a todo, jugar de manera tan directa, un poco a lo loco, con muchos balones verticales y largos, puede ser muy espectacular, pero también es muy atrevido, ya que aumenta la probabilidad de que el rival corte las jugadas con más facilidad y pueda montar su temible contraataque con desenvoltura extrema. Hay que madurar un poco más las jugadas y sobre todo, hay que jugar mucho sin balón y buscando huecos y desmarques. El Madrid sabe hacerlo, pero no lo hace todo lo que debiera. Es demasiado rápido en su juego de ataque, y por añadido, demasiado precipitado.

Otro detalle de ayer que empieza a preocuparme es el bajón de forma que muestra Iker Casillas. En lo que llevamos de Liga y de Champions, han sido varias las veces que le he visto momentos de duda y de falta de reacción. Incluso he visto ya varios goles (el primero de ayer del Borussia, obra de Reus, por ejemplo) donde claramente podía haber hecho más. Espero que sea algo puntual, porque como también perdamos al santo, apañados vamos.

 

Sobre el Borussia, solo decir que tiene un sistema de juego que me encanta (o más bien, varios sistemas de juego). Se basa en lo que hace el Barcelona, pero claro, con jugadores de un escalón inferior. Eso sí, Klopp permite más ductilidad a la hora de cambiar de sistema, y lo mismo vemos a ese equipo parecido al Barça en Liga, que a uno más parecido al Madrid (balones en largo y al contraataque) en Champions. Y por medio, muchas variantes mezcladas que siempre pueden dar resultado. Su actual equipo base se sustenta en dos centrales de buen paso largo y buen desplazamiento de balón (Hummels y Subotic), un organizador que sabe que su prioridad es mover el balón (Gundogan) con su tópico mediocentro defensivo (Kehl), dos mediapuntas de mucha creatividad, talento y con gran derroche físico (Gotze y Reus), y un delantero tanque con calidad (Lewandowski). Si eso no le falla, el Borussia se convierte en un equipo temible. Además, sus laterales suelen ser eficaces en defensa y correosos en ataque, mientras que sus extremos varían en función de lo que se necesite, así a veces vemos a Perisic, otras veces a Grobkreutz, y de vez en cuando a Bender. Una alegría para el cuerpo.

Dejando a un lado el partido del Madrid, la jornada de ayer nos dejó algunos momentos bochornosos, como Allegri, entrenador del Milán, sacando del terreno de juego a El-Shaarawy, el jugador más en forma de su formación, para meter a Boateng cuando lo que necesitaba es meter goles. Mejor para el Málaga, que ya está clasificado para octavos. Eso sí, creo que a Allegri le quedan dos telediarios en el Milán. Más bochornosa fue la actuación del Asistente de Gol que cubría la portería del Ajax en su partido frente al Manchester City. Tremendo error al no pitar un claro penalti a Balotelli, que se encontró totalmente agarrado y a tres metros del asistente, de frente, al final del partido. No me explico qué es lo que pasa por la cabeza de un árbitro cuando ve lo que todo el mundo vio, y no pita nada. Desde luego, de vergüenza ajena, pero con todo, nos vino bien a los madridistas. Un empate entre ambos era el mejor resultado.

Pero no todo fue vergonzoso. También hubo momentazos como el gol de Yayá Touré, que nos demuestra su gran despliegue físico además de su calidad individual, que parece imposible que viva en ese corpachón. Igualmente, anoche Ibrahimovic tuvo su tarde dando 4 asistencias, demostrando que si bien ya está ejerciendo de mediapunta vago, su calidad le basta para con cuatro movimientos servir balones a sus compañeros o meterlos en portería. La ley del mínimo esfuerzo, que dicen, mediante la cual no ganará la Champions nunca más, pero sí que nos deleitará con partidos como el de anoche.

También fue bonita la casi remontada del Schalke, que empató a 2 con el Arsenal de Wenger y Cazorla. Este Schalke ha vuelto a recuperar el gran nivel de Farfán, que se vio empujado a la casi suplencia con la llegada de Raúl y Jurado hace un par de años, y que ahora recupera su sitio en el equipo junto al goleador que no quiso el Madrid (Huntelaar) y con un Afellay que, si las lesiones le respetan, demostrará por qué el Barcelona se fijó en él.

Esta noche, la otra mitad de la jornada, con un Valencia-BATE que se supone imprescindible para la clasificación del equipo che, y con un Celtic-Barcelona que debería ser de trámite y servir como ancla definitiva para octavos.

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Fotos de Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images

martes, 6 de noviembre de 2012

Imposibles X-Force de Remender


Con una regularidad apabullante (o sea, cada muchos meses nunca fallo), heme aquí dispuesto a escribir otra entrada en este blog. Tras unos meses en los que no encuentro trabajo, me encuentro muy decidido a darle regularidad al mismo, pero la cercanía inminente de mi segundo hijo y mi contrastada esporadicidad va a luchar muy fuerte para que no lo consiga. Desde hace unas semanas que pasan por mi mente varios temas a tocar, desde la vuelta a primera división de los equipos gallegos (Celta y Depor), hasta Lobezno, castigado personaje que no puede dar más de sí, pasando por un resumen de la actual situación de Marvel o por las maravillosas series que nos está dejando el bueno de Robert Kirkman. Sin embargo, lo que hoy tengo más fresco no es otra cosa que los últimos tebeos leídos. Llevo un cierto retraso de lecturas de Marvel porque se me quedó enganchado un número de Nuevos Vengadores (Bendis y Deodato Jr.), y cuando lo conseguí ya habían pasado unos meses que ahora estoy intentado recuperar a marchas forzadas. En estas que llego a la etapa pre-AvX (ya sabéis, ese cross-over donde Vengadores y Patrulla-X se juntan no precisamente para jugar al parchís), y ahí ando, leyendo esos tebeos justamente anteriores a dicho evento. Me encuentro con cosas buenas, interesantes, divertidas (Los 4 Fantásticos de Hickman, El Capi de Brubaker y Davis, el final de la etapa Aaron de Lobezno, los últimos números de los X-Men de Gischler), y algunas incluso sobresalientes (el Spiderman de Slott o, para mi sorpresa, el Avenging Spiderman de Wells, incluso con Madureira al timón de los lápices). También me encuentro algún tebeo de dudosa calidad (el Hulk de Aaron/Portaccio), por ejemplo.

Pero lo sorprendente, lo que no me esperaba, era el placer de leer el tercer tomo de Imposibles X-Force de Rick Remender. Me ha dejado absolutamente cautivado, embelesado. Ya había leído en el último año los dos primeros tomos, y si bien reconozco que el nivel era bueno, que las tramas eran interesantes, y que era un tebeo apetecible, no ha sido hasta este tercer libro cuando he disfrutado del conjunto de la obra con indudable goce. Remender ha sido capaz de hacer una historia con raíces profundamente ancladas en los años 90, pero ayudado de personajes de todas las épocas, empezando con el protagonista, Warren Worthington III, antiguamente conocido como el Ángel y posteriormente renombrado a Muerte, Arcángel y, ahora… Ángel Oscuro, heredero de Apocalipsis. Por ahí tenemos a Lobezno, que no puede faltar, a Mariposa Mental, cuya presencia se me hace indispensable para lo que nos querían contar, Masacre, para poner el punto de humor en algunos momentos de la historia que necesitan ser aplacados, o Fantomex, producto del nuevo siglo legado por Morrison. Con todos ellos, y algunos personajes más (por ahí anda Deathlok), Remender realiza su propia versión de la Muerte de Fénix, pero cambiando protagonista y con la posibilidad de ahondar más en las personalidades de cada uno de los caracteres que aquí confluyen.


Sin destripar mucho más, tenemos un viaje hasta la Era del Apocalipsis, donde Remender nos muestra la capacidad que tiene para mover a cada uno de los personajes de manera coherente con lo que han sido a lo largo de los años. Su versión de cada uno de ellos es correcta. Hablan, se mueven, toman decisiones y actúan de manera acorde a sus personalidades. Cada uno de ellos es verdaderamente distinguible de los otros, y cada uno de ellos vive su particular historia dentro de la historia. Este hecho es algo aplaudible cuando vemos que personajes de 50 años de historia se comportan como deben hacerlo, teniendo en cuenta toda su evolución, desde los años más lejanos, hasta los momentos más recientes. Esto consigue una historia creíble, en la que es fácil meterte, y desde luego, en la que terminas sufriendo por el destino de cada uno de ellos. Es curioso que conforme empezaba con los primeros episodios del tomo, se me hacía extraño ver cómo los acontecimientos se precipitaban, y lo que yo pensaba que sería un momento cumbre, Remender en lo convierte en un paso más dentro del nudo de la historia, dejándonos cada vez con más ganas de llegar al desenlace. Y lo que sucede con un personaje, sucede con todos y cada uno de los demás. No hay ninguno que desentone, no hay ninguno que haga algo fuera de lugar. Todos actúan como deberían hacerlo según lo que conocemos de ellos, y con tantos personajes en liza, esto ya es una auténtica victoria. Sin embargo, lo mejor está por llegar. Una vez dejada atrás la visita a la Era del Apocalipsis, magistralmente dibujada por Mark Brooks, nos metemos de lleno en la Saga del Ángel Oscuro. Lo anterior era un mero preámbulo, pero ¡vaya preámbulo! Por medio, muchas situaciones candentes, como el encuentro entre Lobezno y la Jean Grey de la Edad del Apocalipsis (y ya puestos, con el Rondador y con el Dientes de Sable de dicha realidad), o la sorprendente identidad del heredero de Apocalipsis en esta continuidad alternativa.

Hay que hacer forzosamente un inciso en este momento, porque hay que alabar la sorprendente labor de Mark Brooks, dibujante de línea clara, estéticamente muy limpio, con un estilo cartoon y algunas reminiscencias mangas. Con este currículum, uno no se espera que sea capaz de dibujar una historia que requiere oscuridad, pero vaya si lo hace. ¡A las mil maravillas! Apoyándose en el coloreado de Dean White, el resultado final es precioso y efectivo. Un dibujante al que tenía asociado con las colecciones juveniles e infantiles de la editorial, nos muestra aquí que el talento solo espera encontrar su sitio, y que es capaz de adaptarse a lo que le pidan.
 

Continuando con Remender, continúa su historia con Warren mostrándonos a un personaje que sin ser omnipotente (como la Fénix Oscura de la saga con la que comparaba anteriormente), consigue expresarse como alguien al que hay que temer verdaderamente precisamente por la cantidad de poder que maneja. Lo curioso es que  ese poder sí que se nos antoja mensurable, pero al mismo tiempo, imbatible. Warren y sus Jinetes (que ya fuimos conociendo en anteriores tomos) conjuntan un grupo temible, con una idea clara, con un objetivo cristalino en mente, y que llegado un momento Remender consigue hacernos creer que no hay más salida posible que la de aceptar el destino final. Pero lo más grande del tratamiento del Ángel es que, tanto a ojos de los lectores, como a ojos de los propios personajes (encabezados por Lobezno), sentimos lástima por él y deseamos su “cura”, al mismo tiempo que sentimos asco y deseamos su muerte. Es precioso cómo Remender consigue mostrar una dualidad tan exagerada de sentimientos con respecto a un mismo personaje. Es admirable cómo lo muestra tan inclemente, pero a la vez, tan sensible. Deseas machacarlo y salvarlo al mismo tiempo. Y ese dilema está columpiándose eternamente en cada página del tebeo. De manera magistral, Remender se apoya en el resto de personaje para que veamos desde muchos puntos de vista lo que está sucediendo, pero al mismo tiempo, no deja de romper con la linealidad narrativa para hacer avanzar la historia hasta un destino presumible, pero que nadie se atreve a concretar… hasta que se concreta. Aquí llega el momento cumbre, lo que todos esperan y que, no por anhelado, deja de ser real. Ese momento llega con unas viñetas obras del portadista, Esad Ribic, que complementa en ese último tramo la portentosa actuación del magnífico Jerome Opeña, dibujante que ha sabido narrar desde los momentos más íntimos a los más cruentos, pasando por la acción desenfrenada y por el humor absurdo de Masacre. Esos momentos finales son en los que Remender lo borda, ya que sabe aprovechar el actual estilo de-compresivo de narrar tebeos para deleitarnos con un momento para no olvidar. Ese momento que veíamos venir desde que se inició la saga y que llega, contundente, de una manera conmovedora. Remender ha conseguido hacerme un nudo en la garganta con el final…
 

Si terminara aquí este artículo, mi opinión será de haber leído un tebeo de Matrícula de Honor, pero hay que poner un defecto… y ese defecto puede emborronar todo. Para mi gusto, sobran las dos últimas páginas. La historia no las necesita. El Universo Marvel y el de los mutantes, puede vivir sin ese añadido de 6 viñetas (contando la última de la antepenúltima página). Sobran. Pero tal vez no le han dejado hacerlo, o tal vez no se ha atrevido él mismo. El caso es que queda un cabo totalmente abierto y que es el que no permite, definitivamente, comparar esta saga con la de Fénix Oscura. Pero aún así, Remender me ha demostrado que conoce de sobra a los personajes, que sabe cómo tienen que ser interpretados, y que con esa sabiduría saliendo de su mente, el resto es fácil, ya que solo hay que idear nuevas historias.

Para acabar este artículo, no puedo más que aplaudir fervorosamente los otros tebeos que, de casualidad, he leído justo a continuación: Vengadores Secretos del mismo guionista. Esta vez no busca hacer nada definitivo, esta vez, en esta su primera saga con estos personajes, busca plantar semillas… pero conforme lo hace, nos deleita con otro pedazo de historia donde nos acerca a personajes tan dispares como el Capitán Britania, Ojo de Halcón o el Incorregible Hombre Hormiga (el personaje de nuevo cuño que más me ha llenado en lo que va de siglo, dentro de Marvel), y lo hace, nuevamente, a la perfección. Cada uno es como es, y así nos los muestra.  Pero para esto ya habrá otro día… y sobre todo, para ver las consecuencias del final del nº20 de Vengadores Secretos de Panini. Lástima que ahora llega el cross-over, porque esto suena a coitus interruptus ¡sigh!

En fin, que este guionista acaba de ganarse un adepto más: el que esto suscribe.